Blog /

Síndrome del impostor: ¿Qué es y cómo se puede lidiar con esto?

¿Alguna vez escuchaste sobre el síndrome del impostor? Puede que no, pero seguramente en algún momento, lo padeciste aunque no lo sepas.

El síndrome del impostor es la sensación de no ser suficiente ni estar a la altura de las circunstancias. La persona que lo padece tiene dificultades para internalizar sus logros y no cree ser merecedora de los éxitos que ha conseguido, o incluso teme ser “descubierta” como un fraude.

Es mucho más frecuente de lo que parece, por ejemplo, es común tener la sensación de “no sirvo para esto” cuando se nos dificulta avanzar mientras estudiamos, o creer que no somos lo suficientemente buenos, sobre todo durante los procesos de entrevistas.

Hay varias cosas que inciden sobre este padecimiento, y por supuesto que la personalidad y las vivencias tienen un gran peso, pero también hay razones externas que pudieran afectar la situación. De hecho, un dato no menor, es que el grupo más afectado es el de las mujeres. Esto puede deberse a la falta de referentes femeninos y también a la fuerte presión que la sociedad ejerce sobre ellas.

Aunque este fenómeno del impostor, aún no está oficialmente reconocido como una enfermedad mental, continúa siendo objeto de estudio de profesionales que incluso lograron identificar una categorización:

👉 Los perfeccionistas: Nunca sienten satisfacción por sus logros ya que para este grupo, la vara está muy alta y siempre se quedan con la sensación de que pudieron esforzarse más y no lo hicieron. Quizás te pasó algo así durante los procesos de entrevistas, ¿no?

👉 Los individualistas: No aceptan ni solicitan ayuda, porque creen que al hacerlo no logran demostrar su valor. El síndrome del impostor no discrimina seniority, seguramente pase por el mismo miedo de “demostrar ser un fraude” un trainee, un jr o un sr.

👉 Los expertos: Creen que al momento de ser seleccionados para algo pudieron haber fingido o mentido sobre sus capacidades y temen ser descubiertos. No importa que tengas muchos años de experiencia, o que ya lleves mucho tiempo trabajando en un mismo lugar, el síndrome del impostor se encarga de que no seas consciente de tu valor, tus habilidades y de entender para lo que estás calificado.

👉 Los genios naturales: Se juzgan a sí mismos, se estresan y se agobian si no hacen las cosas con fluidez, rapidez y a la primera. En este momento, nos convertimos en nuestro propio verdugo.

👉 Los superhumanos: Se presionan para trabajar más duro, pudiendo dañar su salud mental y relaciones sociales. Es como la sobreexigencia pero elevada al cubo.

¿Existe alguna manera de lidiar con el síndrome del impostor?

Sin dudas, hay acciones que podemos tomar para internalizarlas y mitigar la sensación de impostor o fraude:

1- Reconocer esa sensación, el momento y las circunstancias

Una vez comprendido de qué se trata el síndrome del impostor, es esencial poder reconocer en qué momentos y bajo qué circunstancias sentimos que nos ataca. Dar este primer paso es realmente importante para saber cómo accionar cuando esta sensación vuelva a repetirse.

2- Pensar en positivo y reconocer los éxitos logrados

Éste, seguramente, sea el paso más difícil de dar. Pero las palabras que nos decimos a nosotros mismos, tienen un valor significativo y una gran incidencia. Por eso resulta elemental intentar tener la visión más objetiva posible de nosotros mismos.

Incluso, hay frases que pudieran no parecer negativas, pero en el fondo, minimizan nuestros logros. Seguramente, cuando alguien reconoció un buen trabajo tuyo hayas contestado: “No fue nada”, “Fue suerte”, “Era sencillo”, “No es para tanto”. No te acostumbres a responder de esa manera, porque reiteradas, funcionan como un autoboicot asegurado.

3- No paralizarse ni castigarse

Una de las consecuencias más directas del síndrome del impostor, es la parálisis por el miedo que nos genera esa sensación de ser descubiertos como fraude.

Y en este paso es clave asumir que existen cosas en las que podemos mejorar siempre, pero también aceptar que la perfección no existe.

4- Evitar la comparación

Es cierto y totalmente positivo, tomar a ciertas personas que admiramos como ejemplo para crecer, pero cuidado, porque allí la línea es muy fina con la comparación.

Y caer en la comparación es peligroso. Cada persona tiene sus propias cualidades, virtudes y defectos. Elegí personas como referencias para potenciar tus capacidades, pero no te compares con ellas, sino con tu propio -yo- del pasado. Esto va a servirte para visualizar tus logros, entender tus avances y lograr la mejor versión de vos mismo.

5- Comentarlo y pedir ayuda

Hablarlo con la familia, los amigos y los colegas es importante, al igual que tener una comunidad que pueda apoyarte. Seguramente al comentarlo, encuentres personas que están en la misma situación. Esto ayuda a sentirse comprendido y acompañado. Nunca está de más una buena charla que nos permita exteriorizar lo que nos está pasando, y quizás encontramos en la otra persona, respuestas y palabras de aliento que no encontrábamos en nosotros mismos.

Este síndrome, probablemente, siempre estará al acecho para sabotear nuestros logros, y para esos momentos, es crucial identificar al impostor y entender que somos lo suficientemente capaces para no darle espacio y expulsarlo antes de que nos siga dañando.

Convertite en

Fullstack developer

Desde cero, online y a tu ritmo.